lunes, 18 de abril de 2022

John Locke y la educación nobiliaria

 

John Locke y su pensamiento sobre la educación


Para Locke, el deseo natural es alcanzar el placer y evitar el dolor; y el papel de la razón en las cuestiones prácticas es descubrir los medios para estos fines, pues la búsqueda del placer debe ser controlada por el intelecto. Para el autor, la responsabilidad de los padres y de los educadores es enseñar a los niños las reglas y controles de la razón.

En el contexto educativo, Locke estuvo influido por el denominado 'realismo sensorial', donde el conocimiento se adquiere por la percepción de los objetos, hechos y fenómenos del mundo, más que por la acción de la memoria, y la observación y la experimentación conducen al conocimiento 'verdadero'. Aquí la mente se halla supeditada en los confines de la experiencia. La experiencia entendida como la información proporcionada por los órganos de los sentidos, por ello el empirismo afirma que todo conocimiento deriva de la experiencia de los sentidos.

 

A diferencia de Descartes, en John Locke no existen ideas innatas ni aprehensión innata de la manera como el mundo es, 'no nacemos con ideas innatas'. El entendimiento, antes de toda experiencia, no es más que un papel en blanco y todo conocimiento comienza en los sentidos.

 

Las expresiones de la 'mente vacía' o en 'papel en blanco' son el punto de partida del empirismo en Locke, el intelecto es como una tabula rasa en el que nada se ha escrito aún. La mente en principio es algo vacío, está sin idea alguna, es una tabla limpia, es una superficie donde no hay ninguna traza, es un tablero donde no hay nada escrito y entonces al estar en el mundo y al percibir el mundo se va llenando la mente. La mente está en potencia de conocer lo que los sentidos le presenten del mundo y, a partir de las múltiples percepciones, se van imprimiendo ciertas huellas en la mente, se va llenando el espacio de la mente.

 

En el libro «Pensamientos sobre la educación», que fue constituido de cartas escritas por Locke a su amigo Edward Clarke, quien le pedía consejos sobre la educación que debía dar a su hijo, se divide la educación en tres: Educación 'Física', Educación 'Moral' y Educación 'Intelectual'. El pensamiento educativo de Locke está estrechamente relacionado con su filosofía y con su liberalismo político. Aboga por una educación apta para formar un 'genilemán' capaz de ser útil a sí mismo y a su patria en un clima de ordenada libertad y audaz iniciativa (Abbagnano y Visalberghi, 2004: 342). De esta manera, sólo se interesa por la educación de los hijos de la burguesía acomodada, a quienes una buena educación debe asegurar un espíritu bien regulado, capaz de razonar y físicamente un cuerpo bien dispuesto.

 

El juego como medio de educación. Para Locke, la educación del niño debe basarse en el juego, pues lo considera de enorme importancia educativa y no sólo como un ejercicio físico. «El juego enseña a medir las propias fuerzas, a dominarse, a actuar con provecho sobre el mundo externo. Por último, puede ser fuente de enseñanzas intelectuales. Por ejemplo, los niños podrían aprender a leer jugando» (Abbagnano y Visalbergghi, 2004: 344).

 

Locke es de la opinión de que los niños deben tener diferentes tipos de juguetes pero que siempre deben estar en manos de los preceptores, por dos razones. La primera, se sustenta en que el niño no debe tener nunca en su poder más de un juguete, sino ha devuelto el otro, porque habrá que enseñarle a ser cuidadoso y a no destrozar. La segunda, es que una gran cantidad de juguetes de toda clase puede hacer de los niños caprichosos y negligentes, lo cual lo puede habituar a hacerse disipador y pródigo. «¿Qué juguetes tendrán los niños? Responderé que deben hacérselos por sí mismos, o, al menos, ensayarse, aplicarse a este trabajo; hasta que hayan adquirido esta habilidad, no es preciso darles juguetes, o, al menos no darles sino los que no exijan un gran artificio. Piedrecitas, una hoja de papel, el manojo de llaves de la madre, en fin, todo objeto que él pueda manejar sin hacerse daño; todo esto conviene mucho más para divertir a los niños, que esos juguetes costosos y codiciados que van a comprarse en los bazares y que pronto se descomponen y se destrozan» (Locke, 1986, § 130 Pág. 182).

 

El ejercicio corporal como complemento. Con el fin de integrar la Educación Física, por medio de ejercicios corporales, con la educación intelectual, Locke aconseja el baile, la música, la esgrima y la equitación.

 

Para Locke, las cualidades que debe tener un hombre son: la virtud, decir la verdad, la prudencia y la buena educación. «Pongo la virtud como la primera y la más necesaria de las cualidades porque es absolutamente indispensable para asegurarle la estimación y el afecto de los demás hombres, para que sea agradable, o, al menos, soportable para él mismo» (Locke, 1986, § 135 Pág. 189); «hacedle comprender que se le perdonarán veinte faltas mejor que una mentira» (Locke, 1986, § 139 Pág. 192); «Llamó prudencia a la cualidad de un hombre que conduce en el mundo sus asuntos con habilidad y previsión. Es efecto de una constitución feliz, de la aplicación del espíritu, y sobre todo, de la experiencia» (Locke, 1986, § 140 Pág. 195). La cualidad que conviene a un caballero es la buena educación. Hay dos maneras de ser mal educado: la tonta timidez y la falta de reserva. «Se evitarán estos dos defectos con la práctica constante de esta única regla: no tener mala opinión ni de sí mismo ni de los demás» (Locke, 1986, § 141 Pág. 197)

 

Enfatizando en que los hombres nacen desposeídos de ideas innatas, desde un pensamiento educativo, los hombres pueden aprender y educarse de la misma manera a través de la experiencia. La educación, en este contexto empirista, es algo que se construye través del interjuego de aprender a aprender, y con ella se llega al desarrollo de las habilidades mentales y a los hábitos. Ahora bien, el proceso educativo no se logra por acumulación de información, ideas o sensaciones, no es un mero llenado de la mente que estaba vacía, sino que ha de implicar una elaboración, que Locke presenta con el nombre de 'reflexión' -pensamiento, abstracción. A este proceso educativo le deviene una relación entre la experiencia y el aprender reflexionando, así como un ejercicio mental que consiste en adquirir el hábito de combinar ideas mediante formas de pensamiento y razonamiento.

 

Locke siempre estuvo relacionado con el entorno educativo, quizá por ello se preocupó por la filosofía del conocimiento concluyendo dos ideas básicas: el conocimiento tiene por materia las ideas y la educación es lo único capaz de formarte provocando las diferencias sociales. Esta segunda reflexión no implica que Locke, como muchos han defendido, proponga una educación universal. Es más, sus teorías son todo lo contrario, ya que considera que el conocimiento debe quedar limitado a quienes tienen tiempo libre para aprovecharlo y la educación debe estar al servicio de los ciudadanos; por ejemplo, todos deben aprender a escribir y hacer cuentas adecuadamente. Sin embargo, sólo las clases altas se instruyen en las ciencias frente al trabajador, que debe desempeñar correctamente habilidades mecánicas. Por tanto, sus reflexiones pedagógicas están dirigidas al gentleman inglés entendido como un caballero que protege la vida y la libertad y conduce los asuntos de la nación.

 

 

 

 

 

 

 

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