PENSAMIENTO
DE JOHN LOCKE
De
conservador a defensor de la revolución
El
pensamiento político de John Locke, uno de los más importantes doctrinarios del
Siglo XVII ha sido una de las guías de la teoría política contemporánea, siendo
catalogado como el principal ideólogo de la Revolución Inglesa de 1688 y un
precursor del enfoque empírico en las ciencias sociales.
En 1662
entró a formar parte de la Royal Society, entidad volcada en el fomento del
conocimiento de la naturaleza. De esta manera se le reconocía como uno de los científicos
más importantes de su época en las ciencias experimentales. En este momento
Locke comenzó a modificar sus posiciones políticas y convertirse en partidario
de las políticas liberales. Aunque Locke era evidentemente un buen estudiante,
no estaba de acuerdo con la educación de su país. Por este motivo en su adultez
la atacó por el uso excesivo del castigo corporal y por el comportamiento
inhumano hacia los alumnos. Esta crítica se vio reflejada en la obra Pensamientos
Sobre la Educación (1693).
“Casi todo
lo que habla la historia no es otra cosa sino peleas y matanzas.” John Locke
Pensamiento
de John Locke
Tras el
triunfo de la Gloriosa Revolución inglesa en 1688.
Locke regresó y se convirtió en uno de los grandes ideólogos de las élites
protestantes inglesas que, congregadas en torno a los whigs,
llegaron a controlar el Estado en virtud de aquella revolución; en
consecuencia, su ideología ha ejercido una influencia decisiva sobre el
temperamento política del Reino Unido hasta la actualidad.
Locke
defendió la tolerancia religiosa de todas las sectas protestantes e incluso de
las religiones no cristianas; pero su rencor no le permitió aceptar el derecho
a la tolerancia tanto de los ateos como de los católicos, tal y como se muestra
en el artículo titulado “LA (IN) TOLERANCIA RELIGIOSA EN JOHN LOCKE”,
escrita por Juan García Madero, en el cita lo siguiente: “En el año
1666, a sus 34 años, John Locke publicó Ensayo sobre la tolerancia, un pequeño
texto en el que pone por escrito sus consideraciones acerca de la tolerancia
religiosa en momentos en que anglicanos, presbiterianos y católicos emprendían
una “cruzada proselitista”, mientras que el Estado discutía la forma en que
debía manejar su relación con las minorías religiosas.” Al parecer según palabras
de Madero, existe una contradicción en John Locke, respecto a este tema: “Finalmente, y dado
que los católicos son simples fanáticos en los que no se puede confiar, Locke
llega a una conclusión que además considera de aceptación unánime. Los
católicos deben ser convertidos a la fe anglicana o, en su defecto, abandonar
su animosidad contra el reino británico, cuya corona encarna el liderazgo de la
Iglesia Anglicana.”
“Creo que
todos están de acuerdo en que es necesario que los fanáticos sean de utilidad y
asistencia, y que pertenezcan leales al gobierno para que este se vea así
protegido contra disturbios domésticos e invasiones extranjeras; lo cual solo
puede lograrse haciendo que los espíritu de los fanáticos se conviertan a la fe
que nosotros profesamos, o, si esto no es posible, que abandonen su animosidad
y se hagan amigos del Estado, aunque no sean hijos de la Iglesia (Anglicana)”
(2005, 49).”
En 1689
publicó una de sus primeras obras más afamadas: Cartas sobre la
tolerancia. En ella, niega al estado el derecho de intervención en el
terreno religioso. Un año más tarde publicó Tratados sobre el gobierno
civil y Ensayo sobre el entendimiento humano. Fue su
incursión en el mundo de la política desde el punto de vista filosófico,
gracias a estas obras filosóficas, sentó las bases del pensamiento político
liberal.
Muchos de
sus argumentos partieron del pensamiento de Thomas Hobbes,
Locke hincó en la idea de que el Estado nace de un contrato social, rechazando
el pensamiento tradicional del origen divino del poder; además argumentó que
dicho pacto no conducía a la monarquía absoluta, sino a un gobierno limitado y
revocable. Su preocupación por las cuestiones económicas, políticas y
religiosas le llevó a ofrecer alternativas al modelo existente consignadas en
obras como: Algunas consideraciones sobre las consecuencias de la
baja del interés (1692), Pensamientos sobre la educación (1693)
y El cristianismo racional (1695).
El filósofo
inglés creía sólidamente que un gobierno debía estar compuesto por un rey y un
parlamento en el cual se expresen las aspiraciones de la soberanía popular y se
legisle, no sólo para el pueblo, sino para todos. Para él, el Estado debía
fundarse en los principios de soberanía popular y legalidad, respetando los
derechos de todos los ciudadanos. Por estas disertaciones algunos
historiadores ven a John Locke como a una de las principales influencias de la
política moderna. porque sus postulados fueran el inicio del liberalismo
moderno, legando una gran repercusión entre los pensadores de la época.
Aportes de
John Locke
Sus teorías
y escritos fueron tan atinados que otros filósofos como David Hume y Condillac bebieron
de sus teorías. Sin embargo, posiblemente la mayor influencia que ejerció el
pensador inglés fue sobre las futuras declaraciones y distintos tratados
liberales en otros lugares del mundo, como el caso de la Constitución
Norteamericana y la Declaración de los Derechos del Hombre.
“Dios me
libre de las aguas mansas que de las bravas me libraré yo.” John Locke
Su salud
rara vez era buena, y sufría especialmente por la elevada humedad de Londres.
Por lo tanto, aceptó complacido el ofrecimiento de su amigo íntimo Damaris
Masham, para hacer su hogar con su familia en Oates en High Laver,
Essex. Allí pasó sus últimos años escribiendo diversas obras, compartiendo
con amigos, como Isaac
Newton, y respondiendo extensas cartas a sus críticos.
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